domingo, 25 de abril de 2010

Pro-Retard




Los cojones.

Víctor se pilló una fish que están muy de moda ahora, sobretodo en el Mediterraneo y por lo que he visto en Sanse también. Para olas fofas que es nuestro pan de cada día no están nada mal, total, es lo que hay, ¿no? No somos surferos de rollitos de California, somos surferos de los rescoldos de un mar desagradecido. No aspiramos a cubrirnos de una bóveda fluida, ni nos gusta salir disparados sobre un pepino de mar de fibra y parafa.

Yo fui con la idea de otra fish, pero siempre me ha llamado la atención una de esas tablas retro con diseños antiaerodinámicos y ridículos. Dos quillas y colores chillones. Vives en el pasado tío. Me importa una mierda joder. No sirven para ni para olas grandes ni para olas huecas. Me importa una mierda joder. Sabes, me cae mal Kelly Slater, Kelly es nombre de chica. Y en el País Vasco solo hay vacas y mariquitas, y yo no veo que Aritz Aranburu tenga cuernos. Ver vídeos de surf es como ver porno, piensas "como se mueve, menudas olas tiene esa fulana", pero la realidad es que terminas dándote una pajilla y a dormir, y cuando sales a la calle con suerte te tiras a una regordeta borracha. Cuando vas a la playa lo mismo.

Así que me pille la tabla, una retro, anchota, corta, dos quillas que patinan, unos cantos que giran sin que se lo pidas, redescubres el surf y la suavidad del mar. Se que para Peniche no me va a servir mucho, y que cuando agarre la shortboard me voy a sentir extraño, es como volver con tu exnovia, no trae nada bueno.